Mucho se ha escrito sobre uno de los manuscritos más misterioso del
mundo.
Cuando el librero anarquista Wilfrid Voynich, logro huir de Siberia y
llegar a Inglaterra. Consiguió montar una importante librería que era
punto de referencia de todo el coleccionismo de Europa. Allí se vendieron
importantes incunables y primeras ediciones de los libros mas destacados.
En el año 1915 al preparar una exposición de sus libros en
Chicago, sacó a la luz un extraño manuscrito que al parecer esta datado en los
siglos XV o XVI. El mismo consta de 116 páginas, de las cuales se han perdido
14, y está iluminado con dibujos de plantas, diminutas mujeres desnudas
bañándose en un líquido verde y diagramas astrológicos. También parece contener
un recetario farmacológico. Según contaba Voynich, había encontrado su
manuscrito en el entonces palacio jesuita Villa Mondragone, en Frascatti,
Italia.
Lo mas intrigante del manuscrito es el lenguaje
utilizado. El manuscrito Voynich es el texto que ha resistido el mayor
número de ataques criptográficos de la historia, hasta los del grupo de
criptoanalistas norteamericano de la II Guerra Mundial.
Entre las múltiples hipótesis que se barajan al respecto están
desde las que estiman que se trata de un fraude, o un falso texto
alquímico para sacar dinero vendiéndolo a un adinerado ocultista de la época,
como el rey Rodolfo II de Praga, sobrino de Felipe II. O hasta las que aun
siguen pensando que se trata de un lengua natural o artificial o no descifrado.
Cito lo que dice wipedia al respecto: "Sin embargo, el que
cumpla la ley de Zipf, según la cual
en todas las lenguas conocidas la longitud de las palabras es inversamente
proporcional a su frecuencia de aparición (cuantas más veces aparece una
palabra en un idioma, más corta es), hace pensar que se trata no sólo de un
texto redactado en un lenguaje concreto, sino también que este lenguaje está
basado en alguna lengua natural, ya que lenguajes artificiales como los élficos de Tolkien o el klingon de Star Trek no cumplen esta
regla. Esto es debido a que la explicación a esta ley se basa en la economía
lingüística: las palabras que más utilizamos son más cortas y así requieren
menos energía, por ello es el uso de una lengua el que acaba por imponer esta
ley. Es prácticamente imposible que el autor del manuscrito Voynich conociera
la ley de Zipf, enunciada muchos siglos después, y por tanto que la aplicase a
una lengua inventada por él." Lo cierto es que se desconoce
totalmente su autoría, lo que si parece confirmarse por las pruebas científica
realizadas al mismo es que tanto el soporto como la tinta fueron empleadas en
en la elaboración del manuscrito se usaron en el siglo XV, en torno al 1404,
por lo que sin duda se trata de un manuscrito medieval.